Luego salieron unos gigantes detrás de ellos, después Jaimito y Pablo cogieron su burbuja voladora y salieron de Atlántida. Un día después volvieron a bajar para ver si ya ho había peligro, llegó la noche y se hicieron un refugio con algas y madera de barcos hundidos, ahí encontraron tesoros, espadas y brújulas de oro.
Por la mañana hicieron un puesto de limonada para distraer a los gigantes. Cuando se la tomaron se hicieron pequeños gracias a la pócima que tenía la limonada; se hicieron tan, tan, tan pequeños que se convirtieron en hormigas de mar, luego Jaimito y su amigo los aplastaron y empezaron a bailar La Macarena.
martes, 17 de mayo de 2011
domingo, 8 de mayo de 2011
Capítulo II
Y cuando empezaron a bucear vieron que el letrero que habían encontrado era muy antiguo y estaba abandonado en la arena del fondo y que los colores que vieron eran el reflejo del sol en los corales.
Entonces se fijaron en una estrella de mar muy grande y se acercaron a verla mejor y como parecía que les entendía le dijeron que estaban buscando la Atlántida. La estrella empezó a hacer volteretas rodeándoles y luego salió hacia delante esperando que la siguieran.
-Creo que sabe algo.-dijo Jaimito-¡Vamos a seguirla!
Bucearon un poco más y llegaron a una pared de rocas y por un lado había una abertura y entraron y se encontraron con un calamar gigante con lanza y escudo que les cerró el paso.
Con una voz muy fuerte preguntó:
-¿Quién quiere pasar?
-Somos Pablo y Jaimito y nos gustaría conocer la Atlántida.
-Está bien, podéis pasar, pero el camino es peligroso. Tened mucho cuidado sobre todo con el dragón.
Empezaron a bucear y se dieron cuenta de que la estrella de mar había desaparecido. Entonces se fijaron en las paredes y vieron que tenían como dibujos de oro y de plata y había muchos pasadizos, como si fuera un laberinto.
Entraron por uno y vieron como un cristal muy grande que se veía una habitación que era un laboratorio y los científicos eran peces de muchas clases. Pero no podían pasar porque le podían ver, así que volvieron para atrás y se metieron por otro pasadizo y llegaron a una sala muy grande que estaba llena de sirenas y sirenos, pero también vieron un perro guardián que casi les vio y se marcharon rápido.
Entonces se fijaron en una estrella de mar muy grande y se acercaron a verla mejor y como parecía que les entendía le dijeron que estaban buscando la Atlántida. La estrella empezó a hacer volteretas rodeándoles y luego salió hacia delante esperando que la siguieran.
-Creo que sabe algo.-dijo Jaimito-¡Vamos a seguirla!
Bucearon un poco más y llegaron a una pared de rocas y por un lado había una abertura y entraron y se encontraron con un calamar gigante con lanza y escudo que les cerró el paso.
Con una voz muy fuerte preguntó:
-¿Quién quiere pasar?
-Somos Pablo y Jaimito y nos gustaría conocer la Atlántida.
-Está bien, podéis pasar, pero el camino es peligroso. Tened mucho cuidado sobre todo con el dragón.
Empezaron a bucear y se dieron cuenta de que la estrella de mar había desaparecido. Entonces se fijaron en las paredes y vieron que tenían como dibujos de oro y de plata y había muchos pasadizos, como si fuera un laberinto.
Entraron por uno y vieron como un cristal muy grande que se veía una habitación que era un laboratorio y los científicos eran peces de muchas clases. Pero no podían pasar porque le podían ver, así que volvieron para atrás y se metieron por otro pasadizo y llegaron a una sala muy grande que estaba llena de sirenas y sirenos, pero también vieron un perro guardián que casi les vio y se marcharon rápido.
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